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Cambiando el disco duro de tu MacBook por un SSD



La vida de los dispositivos tecnológicos es escasa, es algo que cualquiera conoce de sobra. A pesar de que los ordenadores de Apple cuentan con un buen soporte por parte de la compañía, con actualizaciones oficiales durante varios años y con un rendimiento bastante aceptable, en los modelos más antiguos el paso de los años es inevitable, y cuando uno empieza a exigirle con tareas más avanzadas se nota.
Este es el caso de una MacBook Unibody Late 2009, actualizada a OS X Yosemite con un buen rendimiento, pero que nota ya sus cinco años a la espalda. Con la memoria RAM ampliada a 4GB, un paso más para poder mejorar su rendimiento era cambiar su disco duro convencional por uno SSD, con una velocidad de transferencia de datos muy superior y un menor consumo energético, aspectos que tanto la batería como el rendimiento del ordenador agradecerían. Hoy les mostramos en vídeo de cómo realizar todo el proceso para que lo hagan ustedes mismos.

Como pueden ver en el vídeo se trata de un procedimiento muy sencillo, y con las herramientas necesarias puedes hacerlo en tan sólo unos minutos. En cuanto a la elección del disco duro, las opciones son muchas. Con este modelo de MacBook no puede beneficiarse de la velocidad de un SATA-III, pero la diferencia de precio con un SATA-II son mínimas, por lo que se optó por el primer modelo. En cuanto a la capacidad se decidió por mantener la misma. 
Una vez cambiado el disco duro sólo necesitamos una memoria USB creada previamente con el instalador de nuestro sistema operativo. En SoydeMac hay un fabuloso tutorial de cómo crear esta memoria USB con OS X Yosemite. Encendemos nuestro MacBook con el disco duro nuevo y el USB conectado, y pulsamos la tecla Alt durante el inicio. Tal y como se ve al final del vídeo, aparecerá nuestro instalador en pantalla y pulsando Enter accederemos al programa de instalación. Una vez dentro del programa de instalación debemos formatear el disco duro recién instalado con formato Mac OS Plus (con registro) y tabla de particiones GUID. Hecho el formateo ya podemos instalar OS X Yosemite sin problemas.
Otra alternativa es conectar antes que nada el disco SSD al USB con un cable SATA-III a USB e instalar el sistema operativo, así una vez cambiado el disco duro podremos directamente iniciar nuestro sistema sin problemas. Así podremos tener la tranquilidad de que todo está en perfecto estado antes de quitar nuestro viejo disco duro o poner el nuevo.
Fuente: soydemac.com

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